Entrenar en 1ª división

No he entrenado en Primera División. Sé que nunca lo haré,

pero hoy estoy tan convencido de que tengo la capacidad para hacerlo

como de que no lo necesito para ser feliz.

Vocación

Un entrenador de fútbol —no un “técnico titulado”— de verdad no necesita la Primera:

es feliz ejerciendo su vocación.

Dejé el futbol a los 19 para ser entrenador (empecé a serlo 9 años antes)

y tengo el privilegio de llevar 20 años viviendo de mi vocación.

Vestuario y Césped

He logrado objetivos que desafiaban toda lógica, 

gestionado situaciones límite y, sobre todo, me he equivocado. 

Mucho.

Dicen que todos nacemos con un talento. Yo soy un desastre en el 99% de las cosas de esta vida; sólo se me da bien entrenar. 

Muy bien.

Industria

Algunos dicen que es increíble que hoy no esté entrenando tras cinco ascensos

(los dos últimos seguidos) a la 3ª categoría nacional. No tienen ni idea.

Lo realmente increíble es haberme mantenido 26 años en esta industria.

Te voy a contar cómo.

Sin filtros

Ser entrenador me dejó calvo… y ha llegado el momento de desmelenarme.

Te lo voy a contar absolutamente TODO.

Sin anestesia.

Aquí voy a hablar del futbol de verdad.

Del vestuario que parece un funeral tras una derrota.

De ese partido en el que te expulsan al portero en la primera jugada y toca improvisar.

Del atropello que te impongan a un jugador en la alineación.

Del barro, del sudor y de la soledad que nadie sube a Instagram.

Esto no es un blog de autoayuda. 

Esto es vestuario puro.

Nada de postureo ni frases bonitas.

Lo que te prometo

Cuando entres, encontrarás dos certezas:

Emails que te incomoden.

Emails que te transformen.

En ambos casos, estarás más cerca

de ser el entrenador que tu equipo necesita.

[Envíame el primer email con olor a vestuario]

Aviso honesto

En cada email voy a intentar venderte algo.

No, espera… no voy a intentar venderte.

Tú me vas a comprar:

una formación, una mentoría… lo que toque.

Y lo mejor es que siempre vas a salir ganando.

Porque tu dinero, créeme, es bastante menos valioso

que mi conocimiento y experiencia.

Primero aporto, después te vendo.

Esta es mi web y estas son mis reglas.

Si eso te molesta, perfecto;

Si te molesta es porque te interesa.

Si te interesa es porque te aporto valor.

Y si te aporto valor, tienes que pagarlo.

Repito: mi web, mis reglas.

Aunque no compres nada (lo dudo), te habrá merecido la pena.

Solo por recibir estos emails, ya te debería cobrar.

No apto para ´´técnicos titulados´´

Dentro hay blasfemia futbolera, humor negro y verdades incómodas.

Verdades que duelen más que escuchar a tu presidente hablar de fútbol.

Todo eso en el primer email. Luego empeora.

Si te escandalizas fácil, aquí no pintas nada.

Si buscas aplausos en lugar de puntos, vuelve a la grada.

Si te tiembla la voz en la charla técnica, no quiero tu correo.

Si entrenas al algoritmo antes que al vestuario, aquí estorbas.

Si necesitas un PowerPoint para motivar a tu equipo, cierra la puerta al salir.

Si eres un amante del postureo y las frases motivacionales de Instagram, sal de esta web.

Si tu idea de liderazgo es gritar “¡vamos equipo!” antes de un partido, no mereces ni leerme.

 Si eres de los que se esconden en el banquillo con un 0-4 en contra, sigue escondido.

Si abrazas la falsa armonía por temor al conflicto, esto no es para ti.

Si no eres entrenador de futbol de los de verdad (24/7), tampoco.

No te gustará.

No busco aprobación.

Busco resultados.

Y los consigo.

Y libertad.

[Quiero mi primer email sin filtro]